En
los años 40 en Europa surgen algunos movimientos políticos que
persiguieron el arte de las vanguardias. Muchos de estos artistas se
vieron amenazados, no solo por su producción artística sino por sus
ideologías. Por tanto, muchos de ellos tuvieron que emigrar o
exiliarse a Estados Unidos. Allí, donde los artistas se veían
potenciados por el gobierno para producir un arte totalmente genuino
del país, los artistas europeos encontraron un refugio artístico y
político y se empezó a producir un arte diferente: el arte de las
segundas vanguardias.
Durante
la posguerra se produce en Occidente un rechazo por la pintura
figurativa, la cual cosa dará origen a las tendencias denominadas
informalistas. En Europa occidental se mantendrá esta
denominación, mientras que en Estados Unidos se llama Expresionismo
abstracto. El inicio de esta tendencia tiene fecha en el año
1947, cuando los artistas más representativos de esta corriente se
alejan de la influencia del Surrealismo para situarse dentro de un
arte en el que el artista utiliza la obra para liberar sus estados de
ánimo, su subjetividad, prescindiendo del mundo exterior. Por esto
se llama expresionista ya que las obras poseen partes de la
personalidad del artista que las crea y reflecte sus emociones:
ansiedad, rabia, tristeza... emociones universales. La presentación
oficial de este corriente se realiza en el MOMA en el año 1951.
Se
considera que hay una clara influencia de Kandinsky, que entonces
vivía en Estados Unidos y había publicado un libro donde planteaba
que los colores tienen valor por sí mismos, los cálidos son los
colores del espíritu y los fríos son los de la materia. Por todo
esto este «expresionismo» se llama abstracto.
Los expresionistas abstractos mantienen el precepto de la sola pintura, de un mandato de absoluta sinceridad y de la creencia en el artista como individuo que se expresa a través del plano pictórico, el gesto y la acción física.
Entienden la pintura como fruto de una experiencia dramática en la que el artista, desencantado por su contexto e inspirado por el Existencialismo, se refugia en su interior y abandona referencias. Se rechaza la forma y se habla de mancha, textura, arenas, goteos…y del proceso artístico como rito sustancial, de la pintura como lugar durante ese proceso y como huella o documento del mismo después.
El Expresionismo Abstracto se desarrolló conforme a dos tendencias: Action Painting (enérgica y gestual, sus representantes son Pollock, Kline y De Kooning) y Colour Field Painting (más puramente abstracta, reposada, mística para Rosenberg. La representa Rothko).
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